Estás en medio nuestro como un gran amigo.
Sostienes nuestras voces con tu voz silenciosa.
Es hermoso tenerte tan cerca en este instante de oración y alegría que nos une a tu lado.
Lávanos bien el alma de egoísmo, Señor, en tanto te rezamos con las manos unidas.
Haz que esta plegaria nos haga más hermanos de verdad desde ahora.
Estás en medio nuestro sembrándonos tu vida, tu reciente y eterna ternura transparente.
Todo cuanto ahora mismo cantamos todos juntos es una lenta súplica de amor y de querencia.
Basta, Señor, de un mundo que se cierra a tu altura. De unos hombres que sólo se miran con recelo. De esta lágrima inmensa que es la tierra en que vamos medio viviendo aprisa sin mirarte a los ojos.”
Muchas gracias por todas esas palabras, que tanto bien nos están haciendo. Gracias, de corazón.
Me gustaLe gusta a 1 persona