La sola estación que habito

Fernando Romero Barrero

LA SOLA ESTACIÓN QUE HABITO

Yo no espero un porvenir

de oros y de grandezas,

ese que no llega

ni por azares pretendidos del destino,

ni por un casual sorteo:

aquel ansiado caudal

que se esfuma en un flirteo

entre un soplo de aire espeso,

la torpeza de un desliz

y caprichos de la suerte.

Yo confío en la vida nueva

que, a paso cauto, transito

disfrutando del presente,

la sola estación que habito

y que acojo a paso firme

con gratitud y sosiego

cuando me mantengo alerta

amando sin condición.

Fernando Romero Barrero

Deja un comentario